Parte de esa gran familia de la U.E. Jesús Enrique Lossada. Cada uno con sus propias familia, círculos familiares, sociedades familiares |
En esta semana, no hubo actividad para los niños de la 1era etapa por celebrarse en nuestro país el Día de la juventud y la escuela tenía dispuesto un acto por tal motivo para el día que les correspondía a ellos, al cual asistí y con mucho cariño debo decir que entre las actividades había una entrega de certificados y reconocimientos y me siento muy honrada porque me fue entregado de manos de la directora Zully Arguello un reconocimiento que lo recibí también en nombre de todos aquellos que hasta ahora se han sumado a la Iniciativa REGALANDO PASIÓN POR LA LECTURA y han contribuido con ello, es un logro de todos.
Muchas gracias a la U.E Jesús Enrique Lossada por tal reconocimiento
a una labor que hacemos sin ningún lucro o interés más que el motivar a
nuestros niños a que lean, que su proceso de lecto-escritura se nutra con una
diversidad de conocimientos, ayudar a rescatar esos principios y valores que se
han perdidos, a través de lecturas y actividades que semana a semana les
llevamos para que les dejen una enseñanza.
Para los niñ@s de la 2da etapa de la U.E Jesús Enrique
Lossada continué con una serie de lecturas apoyadas en el libro “Principios y
valores para La familia de éxito” de
Ellen G. White, debo destacar que este libro fue un presente que la
Coordinadora de REVIMO-COL Auristela Torrens le hizo a la iniciativa REGALANDO
PASIÓN POR LA LECTURA, agradecimiento que también hago siempre a todos los que
se suman día a día y que nos apoyan de cualquier forma.
El título de este relato es a su vez uno de los tantos subtítulos
de las lecturas del libro que les hice a los niños, como siempre me apoyé en
sus respectivos maestros, les hice ver que este tema es muy importante porque
nos atañe por igual a todos.
Antes de comenzar la lectura dinámica que les lleve porque quise
que durante toda la actividad estuviesen participando los alumnos, sus maestros
y mi persona, hice que la mayor parte de los niñ@s, sus maestr@s y yo, explicáramos
como eran nuestras familias, cuáles eran los miembros que componían nuestro círculo
familiar, todas aquellas personas que vivían en nuestra casa y como ya es
sabido, todos nos dimos cuenta de cada familia es única, es especial, pero
sobre todo que viéramos cuan bendecidos por Dios y la vida éramos de tenerla…
ya que algunos niñ@s no tenían esa bendición, ese privilegio.
Había niñ@s que vivían con su papá y su mamá, algunos hijos únicos
o con pocos hermanos, otros vivían solo con su mamá, abuel@s, los había donde
tí@s, prim@s, abuelos, sus padres y herman@s vivían juntos en la misma casa, o en ese tipo
de familias que viven todas juntas patio con patio. Algun@s sus padres tenían
nuevas parejas y me llamó la atención que algunos tenían padrastros, madrastras
y hermanastros. Muy respetuosamente les dije a los niñ@s que los hermanastros
son sus hermanos, llevan su misma sangre y como tal deberían siempre llamarse y
quererse… que los padrastros y madrastras si de verdad asumen su
responsabilidad de amor junto a sus nuevas parejas con hijos entonces deberían también
llamarlos padres y madres con el debido cariño… porque padre y madre son los
que crían, los que día a día están con sus hijos apoyándolos en todo… así no
sean sus padres y madres biológicos. Deben quererlos también con a sus padres y
madres que han formado otras familias y no están con ellos.
De esta actividad que hicimos dinámicamente entre el secreto
que amablemente nos legó la autora a través de lectura y nuestras propias vidas
y vivencias nos quedó a todos, pero en especial a los niñ@s que la familia, es
una “sociedad sagrada”… una “sociedad familiar” donde “cada miembro debe
desempeñar una parte, prestándose apoyo recíproco”.
“Que en el hogar todo debiera funcionar con suavidad, como
las diferentes piezas de una maquinaria bien ajustada”
“Que cada miembro de la familia debe asumir que sobre el
recae la responsabilidad de hacer su parte en cuanto a contribuir al bienestar
y el orden de la familia”
“Todos deben participar unidos en la buena obra de alentarse
unos a otros, y manifestar amabilidad, respeto y paciencia,… y hacer cada uno
todo lo que pueda para aliviar las cargas de la madre”
“Cada miembro de la familia debe conocer con exactitud la
parte que se espera que desempeñe en colaboración con los demás”
“Todos, desde el niño de 6 años en adelante, deben comprender
que se requiere que cada cual cargue con la parte que le corresponda de las
cargas impuestas por la vida”
Esto definitivamente debe ser conocido, entendido y puesto en
práctica por los padres y todas aquellas personas que en el núcleo familiar
tengan esos roles de adultos mayores cabeza de familia, porque vemos casos
donde los padres trabajan y son los abuelos los que están con los hijos en casa
la mayor del tiempo, en otros tí@s y otras personas que los mismos padres
disponen. Todos deben realizar labores compartidas en el hogar… los niños
aprendieron que a partir de los 6 años (ellos ya superan los 9 años y algunos
hasta duplicaban esta edad), deben ayudar en sus casas con las labores acordes
a sus edades, apoyando a sus madres y padres, sin descuidar sus deberes
escolares.
Esto les enseñó a los niñ@s todo lo que pueden hacer para
apoyar en la sociedad familiar que cada uno tiene: desde la higiene personal,
arreglarse solos para salir a la escuela y cualquier parte; de ayudar con el
orden y la limpieza en el hogar, ayudar a sus madres a cocinar, lavar su ropa, a
lavar platos y aponer la mesa para todos; apoyar en el cuidado de sus
hermanitos pequeños a quienes deben de querer y proteger mientras su mamá esté
ocupada en la cocina o en otros quehaceres; si viven con ellos cuidar, querer y
apoyar a sus abuel@s, de querer y respetar a sus tí@s, prim@ y demás adultos
mayores tanto de la familia como en su escuela a sus maestr@s, directores, subdirectores,
personal administrativo y obrero, como en
sus vecindarios a sus vecin@s, como en la calle a todos aquellos con los que
día a día se cruzan camino de su casa a la escuela y viceversa.
Algo hermoso que tomé de esta lectura es como la autora Ellen
G. White nos dice como debemos considerar nuestro círculo familiar “como un lugar sagrado, un símbolo del cielo,
un espejo en el cual nos reflejemos”… mejor enseñanza no podemos tener… si esto
lo cumpliéramos todos y cada uno de nosotros… nuestra realidad sería otra, en estos
tiempos donde se han perdido los valores y principios en nuestros hogares, en
nuestros niñ@s, jóvenes y adultos, en nuestras escuelas, sitios de trabajo, en
nuestra sociedad, en nuestros países.
No quiero terminar este relato sin señalar que muy a pesar de
tener actividades muy dinámicas en los 3 grados con respecto a este tema tan
importante porque aplica para todos, sigo viendo algunos niñ@s con renuencia a
intervenir, algunos niñ@s tuvieron comportamientos inapropiados, con cierta
falta de respeto a lo cual se les llamó la debida atención y compostura… Sé que
sus maestros siempre les dicen que el respeto a sus maestros, a sus compañeros,
a cualquier persona que los visite en sus salones de clase es primordial, pero
algunos no hacen caso y por eso siempre les hago hincapié que el peor respeto
que se pierde es el de sí mismo, porque los niñ@s que no prestan atención, que
molestan en clase con sus amiguitos más cercanos, no solo demuestran cierto
comportamiento infantil para estar ya en 5to y 6to grado, si no cierta mala
educación al no aplicar como debieran las normas del buen oyente y hablante que
se cada maestro les ha enseñado y día a día se los refrescan, sino que también
se sabotean su propia educación, su propio conocimiento y aprendizaje que cada
lectura, cada poesía, cada dramatización, cada cuento, cada lección o tema que
sus maestros y cualquiera de los lectores que vamos con la iniciativa REGALANDO
PASIÓN POR LA LECTURA les hacemos.
Mientras esto no comience a corregirse en el hogar, estos niñ@s
en la escuela y donde quiera que vayan lo seguirán haciendo y mientras más
grandes sean, mayor será el problema, dejaran de ser niños para ser jóvenes y
adolescentes también irrespetuosos y peor aún adultos y ciudadanos con igual
condición y con los flagelos que conllevan este tipo de conductas.
Padres me permití mostrarles algunos de estos secretos que
tomé de la lectura que les hice a sus hijos, para que ustedes los sigan, los
refuercen, los mejoren, quizás de algo les sirva, sobre todo de hacer que sus
hijos aprecien el verdadero valor de tener una hermosa familia y de sentirse
orgulloso y útil para ella, de expresarles el amor y el agradecimiento. Dios
los bendiga a ustedes y a toda su familia.
Hasta la próxima cara de alegría en los niños cuando alguien
de REGALANDO PASIÓN POR LA LECTURA los visite… Hasta la próxima lectura… Hasta
el nuevo aprendizaje que ella les brinde… Hasta la nueva motivación.
Autoría: Carmen Martínez Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario