domingo, 4 de diciembre de 2016

LA INICIATIVA VA A OTRAS UNIDADES EDUCATIVAS. II


U.E.N. Dr. Jesús Semprún
Por Carmen Martínez




Según lo reprogramado, la primera actividad en esta unidad educativa se realizó el día martes 29 de Noviembre de 2016, en el área de biblioteca; fueron 37 alumnos de 1er año los seleccionados por la docente CRA Antonia Piñero; desde el mismo primer momento se pudo evaluar esta pequeñísima muestra de la población estudiantil de este plantel, mayor cantidad de jovencitos que jovencitas, mayor cantidad de alumnos que no tienen el menor interés por estar allí, atendiendo y mucho menos participando de las actividades, por el contrario entorpeciéndola, conversando o haciendo bullying con sus compañeros, pendientes del timbre del recreo o de salirse del salón, hasta irrespetando a su interlocutor no me imagino el trato que le darán a sus docentes de aula.
Con tristeza porque fui una estudiante igual que ellos, me remonté a esos días de mi educación media y me pregunté ¿A dónde fueron a dar esos alumnos modelos?. Porque no podemos decir que esto es ahora solamente, en todos los tiempos siempre han existido alumnos de todo tipo, pero ni en las cantidades ni en las edades, ni en el irrespeto que se observa hoy día. Hubo los que se fugaban o hacían la rabona, los no entraban a clases o ni siquiera llegaban al liceo, pero nunca en alumnos de 1er año, de tercero en adelante era que se conocían “algunos” que lo hacían, recuerdo que en mayor cantidad los que estudiaban en la Escuela Técnica Industrial, por lo que veo fueron aumentando, pero ahora no se fugan a escondidas, le piden a los profesores y a  los vigilantes de la institución que le abran las puertas porque se van. Supe de un alumno que amenazó a su vigilante de puerta con una piedra sino lo dejaba salir.
Al docente se le quería y respetaba. Ahora lo tratan como un cualquiera, así mismo debe ser el trato con sus padres y adultos mayores. Esto nos debe llamar a reflexión y es por ello que la iniciativa trabaja con educación básica, porque es desde niños donde deben reforzarse todos los valores y principios universales para la buena y sana convivencia, que deben aprenderse en el hogar, que es tarea de padres, obligación y deber de los padres, dicen que los hijos son el reflejo de los padres, entonces de ser cierto habría que mirar a los padres también. Desde nuestros hogares es que este problema se está desarrollando y si no se toman cartas en el asunto, que será de estos alumnos, cuál será su destino, más aún el destino de un país y una sociedad,  que tiene puesto su futuro y desarrollo en ellos.
Y me hago otra pregunta, para aquellos que leen y visitan este blog desde otros países en los 4 continentes que hasta ahora son visitantes del mismo, ¿Ustedes también están enfrentando similares casos y problemas?
A estos alumnos se les llevó la lectura del cuento titulado “El paraíso que no fue”, del escritor de literatura infantil y juvenil argentino Julio Casati, tomado de la página www.encuentos.com, 12 minutos dura la lectura, mucho menos que lecturas realizadas a alumnos de 1ero, 2do y 3er grado de básica, y aunque no debemos comparar, la diferencia es grande, entorpecida la lectura ilimitadas veces por lo antes expuesto, aquellos que si siguieron la lectura pudieron apreciar un cuento lleno de muchos aprendizajes y lecciones, valores y principios que el autor nos transmite, que cualquiera de estos jovencitos o jovencitas lo vive o puede vivir, y es el hecho de no valorar y apreciar lo que se tiene.
Se narra una obsesión que su protagonista tiene desde su muy corta niñez,  conocer una isla que veía desde las playas o costas de su terruño, como les dije a estos alumnos una obsesión es algo que cuando se mete entre ceja y ceja, hasta que no se dé no deja tranquilo a nadie, no valen consejos, ni nada, es algo fijo, un objetivo vívido y presente en todo momento y eso les narro este autor, que desde antes de los 6 años hasta la edad de graduarse de la universidad (21, 22 0 23 años), no hizo más que pensar en ir a conocer esa isla, esa pequeña piedra rodeada de agua que él veía desde la playa en sus queridos atardeceres. Ni sus padres, ni sus familiares y amigos pudieron quitarle esa idea de la cabeza. Una narrativa descriptiva de su tierra, brindaba un hermoso lugar para vivir, pero el solo quería eso, conocer, llegar a esa desconocida isla y lo hizo, contra viento y marea.
Nada más graduarse, el protagonista de esta historia emprendió esa misión, cumplir eso que desde niño había querido hacer, sin que nadie le coartara ni le hiciera cambiar de opinión, ya era un hombre mayor de edad y es justamente esa otra lección que nos brinda este autor, la madurez de este persona para comprender y reconocer, cuando por fin llegó y conoció su tan anhelada isla, que todo lo que le habían dicho por años era cierto, pero como dice un dicho muy usado por mi querida y siempre recordada madre “nadie aprende ni escarmienta en cabeza ajena”, tiene que tener su propia experiencia o vivencia, tener sus propios aciertos y desaciertos, errores y equivocaciones.
Y es allí donde el final de este cuento nos deja esa enseñanza aprendida por su protagonista a entender que vivía en el paraíso y nunca lo había apreciado, a valorar a su tierra, su gente, sus hermosas playas y clima.
Les hable sobre el paraíso que ellos tienen, en un país sin guerras que merman poblaciones y destruyen ciudades enteras, sin elementos climatológicos catastróficos que cambian el clima y la geografía de la tierra, que aun con todo lo que estamos viviendo en nuestro país,  todavía tenemos un techo donde vivir, les hice ver cómo debían ser agradecidos por tener a sus padres que velaban por ellos, por darles alimentación, vestirlos, calzarlos y darles la mejor calidad de vida posible, que podían estudiar y tenían total apoyo para ello, pero que aun así se daban algunos el tupé de no apreciar sus esfuerzos, les hable de otras culturas, tribus y etnias donde la educación no es prioritaria y mucho menos para las niñas y mujeres, caso de Malala Yousafzai y de muchas niñas de algunos países árabes que han sufrido y sufren esas experiencias.
De tener todavía algunos profesores que se preocupan por brindarles actividades en pro de mayor aprovechamiento de los conocimientos impartidos. Conversando con Francisca Bracho de Leiva, una de mis queridas profesoras de Ingles en el liceo, le hice ver que eso es otra de las variables que vemos hoy día, no hay la misma mística, vocación ni la preocupación en muchos docentes, mucho menos con estas conductas y actitudes observadas en el alumnado.
El paraíso que no fue lo estamos viviendo todos de una forma u otra, nos damos cuenta de lo que teníamos ahora que ya no lo tenemos o disfrutamos, ahora que la educación está cada vez más mermada, ahora que nuestros alumnos arrastran tantas deficiencias, con tanta falta de valores, principios y buenas costumbres. Triste será el paraíso que no fue si estos jovencitos de hoy crecen de esta manera. ¡Cuánto apoyo necesitan hoy!, ¡ahora mismo!, como llegarles, como hacer un quiebre positivo con el amor, el respeto, la motivación y la sabia disciplina de la mano.
Motivé a estos jovencitos a que se tengan sanas obsesiones, sueños o proyectos de vida, que aprendan de este protagonista que desde niño intentó realizarlo aun a costa de perder su propia vida y nunca lo dejo de pensar, de querer hacer, lo planificó, a su debido tiempo, con los recursos necesarios lo llevo a cabo, equivocándose o no, haciéndolo feliz o no, esa es su realidad asumida. Lo importante es que él fue siempre respetuoso con sus padres y los demás, tolerante a pesar de no entender el porqué de la aversión a ese lugar que el adoraba, a lo que él pensaba u opinaba, aprendiendo con su propia vivencia y formulándose propias opiniones y juicios producto de la experiencia.
El Paraíso que no fue, fue la expresión que dijo la Docente CRA Antonia Piñero cuando la actividad terminó, cuando vemos y constatamos estas conductas, pero estamos seguras que hay que seguir insistiendo, motivándolos, buscar ese quiebre positivo. Durante la comprensión lectora se tomó el tiempo de  exhortarlos a comportarse como deben, como era posible que no apreciaran actividades que se buscan para su propio beneficio, siendo ellos en su mayor parte alumnos con problemas y déficits de aprendizajes, a respetar a sus docentes y a todas personas.






Hasta la visita de otras unidades educativas…Hasta la próxima cara de alegría en niños, niñas. jovencitos y jovencitas cuando alguien de REGALANDO PASIÓN POR LA LECTURA los visite… Hasta la próxima lectura… Hasta el nuevo aprendizaje que ella les brinde… Hasta la nueva motivación.




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