La Chinita, pintada en acrílico sobre plancha de hierro. |
En esta semana, la Directora Zully Arguello realizó una actividad interesante con los niños de la primera atapa (1ero, 2do y 3er grado), los reunió con sus respectivas maestras Carla Martínez, Esther Montilla y Moraima Vásquez en el área de la biblioteca, muy audazmente logró hacer que estuvieran todos tranquilos, prestarle atención mientras ella les hacía ver como transcurría su día a día desde que se levantaban para ir a la escuela hasta que regresaban a su casa, no realizó ninguna lectura, no les contó ningún cuento, pero todo lo que sucedió en este día puede servir para escribir algunos relatos y cuentos, es que la picardía y la jocosidad de los niños no tiene límites… una linda experiencia.
Comenzó diciéndoles que desde que suena el reloj entran las
madres en acción, pobrecitas ellas que tienen día a día esa labor desde tan
tempranas horas de la mañana, ver que nos despertemos, levantemos y preparemos
para ir a clase. Yo recuerdo a la mía haciéndolo con todos nosotros, muy
especialmente conmigo que me costaba despertarme.
Pero fue en el baño, donde las peripecias de los niños se
hicieron interesantes, cuando la Directora Zully les dijo a los niños como
ellos se cepillaban los dientes tan apurados que los pobrecitos dientes cuando
veían el cepillo de dientes con la crema dental desbordada querían salir corriendo
despavoridos, esto causó las risas de l@s niñ@s y de los adultos también, con
ello dos cosas, que aprendan a cepillarse como debe ser para cuidar sus dientes
desde ahorita y a no malgastar la crema dental en momentos donde hay tanto
desabastecimiento de muchos productos.
El otro momento mágico donde los niños no dejaron de intervenir
con sus peripecias en el baño fue cuando nos comentaron como se bañaban y se
enjabonan, de allí nació el título de este relato: EL POBRECITO JABÓN y aquí
sigo haciendo hincapié, son los niños los que más intervienen, las niñas poco
lo hacen espontáneamente. Es que el pobrecito jabón tienen que pasar por todo
el cuerpo les dijo la maestra y empezó a señalarles cada uno de ellos, causando
risas hasta que uno de los niños dijo que la parte divertida era cuando el
jabón se caía… jajajajja, risas de todos… la venganza de los niños con el
pobrecito jabón iba de patearlos por todo el piso de la ducha, pisarlo,
aplastarlo hasta que se deshacía muriendo derretido y el mayor de los placeres
era cuando quedaba finito de tanto usarlo porque lo partía en dos… pobrecito el
jabón en las manos y pies de estos niños.
¡A vestirse dice mamá!, allí comienza otra batalla si no son
ordenados, a buscar donde cayeron los zapatos, cuando se los quitaron al
llegar, y si no dejan el uniforme alistado, comenzar a llamar a su mamá para
que los ayude, pobrecitas mamá, la directora Zully Arguello los invitó a
agradecerle a sus madres por todo esto, a decirles que las quieren mucho. Y la
enseñanza de esto es aprender a ser ordenados desde ahorita y a sr agradecidos
con sus madres.
Si desayunan en casa o en la escuela, eso lo dirá el tiempo
que se tarden en alistarse porque llegó la hora de salir: solos, con sus
padres, caminando o en vehículos, cada quien tiene su historia.
Al terminar las clases, otra faena, desvestirse, cuantos le
preguntó la directora Zully Arguello no tiran los zapatos, medias o calcetines,
pantalones, camisas, faldas y blusas a donde estas caigan, uno de los niños se
levantó y dijo que él era ordenado, que bueno lo felicitó… Hay niños que son
más ordenados que sus padres.
Nos dimos cuenta que entre los niños que intervinieron, ninguno
estaba desesperado por llegar a comer, se parecía a nosotros, que al medio día
solo teníamos media hora para comer antes de que el transporte nos buscara o
nos fuéramos caminado para el turno de la tarde, ahora los niños solo van a
clases un solo turno, o en la mañana o en la tarde. Un niño de 1er grado, solo
dijo que él no comía porque no tenía hambre cuando llegaba a su casa.
Considero que lo mejor de estas actividades es que ellos
intervengan, que abran su mente, son cosas cotidianas que las hacen casi en
forma monótona, pero que aquí le ven otro lado, la otra cara… todo deja una
enseñanza y un valor, los niños vieron como era su día a día, eso les sucede a
todos los niños sin importar donde estén en Venezuela o en cualquier parte del
mundo, cuando tienen que ir a clases. Bendecidos los que tienen esa
oportunidad, los que tienen esos padres que día a día enfrentan con ellos esas
peripecias.
Hasta la próxima cara de alegría en los niños cuando alguien
de REGALANDO PASIÓN POR LA LECTURA los visite… Hasta la próxima lectura… Hasta
el nuevo aprendizaje que ella les brinde… Hasta la nueva motivación.
Autoría: Carmen Martínez
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